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jueves, 1 de enero de 2015

is not up to you

Respiró hondo. Cerró los ojos, no quería ver.
Daba lo mismo, al fin y al cabo, en algún momento tendría que mirar, y entonces...
Solo habían dos opciones: éxito o fracaso.
El corazón le latía más rápido de lo normal. Suspiró.
Dale pelotuda dijo una voz en su cabeza tenés dieciocho años, animate y mirá.
Pero no miró. Cerró los ojos con más fuerza.
Daba lo mismo, al fin y al cabo, en algún momento tendría que mirar.
Y entonces ya fue, éxito o fracaso, la respuesta no iba a cambiar.
Temblaba como una hoja en el instante en el qué presionó el botón que decía 'abrir'.
La lista apareció delante de sus ojos con una sonrisa burlona.
Hola parecía decirle ¿qué estabas esperando?
Respiró hondo. Abrió los ojos, tenía que ver.
Fue leyendo los nombres lentamente.
Abad.
Casas.
Deminicis.
Flores.
Paniagua. 
 
Ahí estaba.
Cerró los ojos.
Lentamente, como una nenita miedosa, miró.
Aquel 2 (dos) la golpeó como un balde de agua fría
Cómo un balde lleno de hielo.
Cómo el Ice Bucket Challenge.
Fracaso. Fracaso. Fracaso.
Era en lo único que podía pensar.
El corazón se le contrajo como las babosas cuando les echan sal.
Pero daba lo mismo.
Solo habían dos opciones: éxito o fracaso.
Y la respuesta no iba a cambiar.

Fracaso. Fracaso. Fracaso.

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