Cuesta creer que ya pasó un año. La cosita esa que apenas
llegaba al centímetro ahora grita, patalea, come y llora
como si siempre hubiera estado ahí. Un año... Un año desde
que esa máquina de hacerme feliz está conmigo. Y la verdad
es que parece que nunca nos faltó. No me acuerdo de
cuando sólo éramos nosotras dos,Camila y yo, y no
esperábamos intrusas en nuestro mellizazgo. No me acuerdo
de cuando ni siquiera se nos ocurría agregar a alguien al
plan familiar. De cuando estábamos todos esperando que
Isabella diera la cara. Antes no me imaginaba una vida con
una más, y ahora siento que no puedo vivir sin ella, mi
hermanita, Isa, la cosa hermosa que me hace reír con las
caras raras, la que me vuelve loca cuando se va gateando a
toda velocidad, la que me escupe galletitas en el pelo y me
babea la ropa. A ella hoy le digo:
¡Feliz Cumpleaños Hermanita!
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