Me revienta tu impetuosa vanidad, me revienta que te pienses que sos el eje del mundo. Te creés una maldita abeja reina y no sos más que una obrera con delirios de grandeza y por eso van a venir a buscarte y a arrancarte las a l a s y p a t a s una por una. Venís de la nada y tratás de controlar a cuánta persona que se te cruce en el camino. Te la das de santa y sos flor de puta. No te creas que la sociedad te necesita cual oxígeno para vivir. Sos simplemente un cuerpo más, si pude sobrevivir sin vos, tu presencia me es completamente indiferente. No me viste crecer, ahora no te hagás la que conoce cada rincón de mi cuerpo y hasta el más oscuro de mis secretos. Sabés sólo lo que yo dejo que sepas, gracias a Dios, no soy transparente. Y tus opiniones me dan exactamente lo mismo que los cincuenta y tres tomos de la historia de Sarmiento. Sos cómo un paquete de Melbas que adentro te traen Sonrisas. Sonrisas podridas. (Podridos, todos podridos, ¡es lo peor que se podría mirar!)
3 comentarios:
eso, hacé conciencia. re que no sé quién es
Ja. mejor ni te digo
soy ju
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