como en primero

Hoy se me cantaron las pelotas de comer al mediodía un sanguche de tomate y huevo. Pero resulta que en mi casa huevos hay seguro, pero después arreglatelas. Entonces no me hice una mierda, y para cenar le pregunté a mi mamá qué pensaba cocinar y le dije que yo iba a comer un sanguche de tomate y huevo, compré pan y compré tomate. Llegué a mi casa y me cociné dos huevos y me preparé mis sanguches súper tiernos en un plato.      (Para esto mi mamá se suponía que le iba a cocinar a mi papá, pero creo que la información en esta casa se traspapela muy rápido). Cuando me voy a sentar a la mesa empiezan : -¡Qué ricos sanguches! ¡Dame uno!  ¡Haceme uno a mí!. PERO LA PUTA MADRE ME LOS HICE YO, PORQUE YO QUERÍA, ¿DE DÓNDE SACAN LAS GANAS DE ROMPERME LAS PELOTAS? Y se los dije, yo quería MIS sanguches, y no por egoísta, porque se querés te hago treinta, pero me da por las pelotas que me saquen la comida que tengo en el plato, es como que te rompan la yema del huevo frito cuando está entera o que directamente mojen el pancito en TU plato. ¿No era que ibas a cocinar vos? Me senté feliz una vez terminadas las ideas y me comí el sanguche mas chiquito, me voy a comer el segundo y me sacan la mitad. REVENTÉ. Me comí la otra mitad y me empiezan a decir que les cocine un huevo y la puta madre, metete el huevo en el ombligo. Yo me voy a publicarlo en el blog. Heme aquí, tomando al toro por las astas. Bachi acaba de llamarme diciéndome que dejó destreza. WTF? La de física me dijo que pensé de nuevo. Bancá deforme.