Throwback thursday

Y después de todo, llegó. Ni siquiera después de Isabella me imaginé a otra hermana. Pero bueno, a acostumbrarse se ha dicho.

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"Estaba tan lejos que ya ni se acordaba la última vez que estuvieron cerca. Soñaba con el calor de su piel, con aquella última tarde que durmieron juntos. Soñaba con su sonrisa y pensaba 'qué hermosa que es'. A veces se lo decía, pero la mayor parte del tiempo, se conformaba con verla dormir y no se animaba a romper el silencio."

Dejó la pluma y leyó lo que estaba escribiendo. 'Ojalá estuviera pasando' pensó.

"...y no se animaba a romper el silencio. Soñaba con su sonrisa, con su manera de hacerle cosquillas, de arañarlo con sus uñas largas, de tirarle del pelo cuando estaba aburrida. Soñaba con tenerla cerca, con poder acariciarle la cintura y hacerle poner la piel de gallina. Con darle besos en el cuello y en la espalda, con abrazarla tanto y tan fuerte como para convertirse en una sola persona."

Se le cayó una lágrima mientras leía la última frase. A medida que escribía se ponía a pensar '¿Estará pensando en mí? ¿Soñará conmigo?' Así como ella se moría de ganas de estar con él y de abrazarlo eternamente ¿se moría también él, de ganas?.

"... convertirse en una sola persona. Quería escuchar su voz. Escucharla decirle te amo, te extraño o algo por el estilo. Además, ella siempre lo decía de una manera diferente, lo hacía sentir mil cosas a la vez. Le ponía tanto sentimiento a dos palabras, que te enamorabas de ella en el primer instante."

Cerró el cuaderno y pensó 'se enamoró de mí en el primer instante'. Y por primera vez en la noche, lloró con una sonrisa tapándole la cara.

am I worthy?

Late that night, she opened a book and stared at it. She didn't read, she just stared, to do something. The letters began to blur as the tears were filling her eyes. He was gone, and she had been left alone. She tried to focus on the pages, but it didn't mattered how much she tried, she failed.
She put the book aside and closed her eyes. 'Why am I doing this to myself?' she said. 'I deserve more'. And then, after thinking about it for a while, she said 'no, I don't deserve more, I'm fine'.
But she wasn't. Anybody could see that. She wasn't fine. And how could she say 'I'm fine' with tears coming down her face? How could she say 'I'm fine' with her heart broken?
No. She wasn't fine. She was anything but fine.
She looked at the clock on the wall. It was ten o'clock. One hour had passed. Just one eternal hour. She cried harder than never in her life.
Twenty minutes later she was feeling better. Her eyes were still wet, but she was rubbing them, like saying 'nothing happened here'.
Later that night, she went to bed calmer and relaxed. As she was covering her shoulders with her blanket she thought, desperately 'Please, miss me, need me'.

loneliness

El corazón le latía rápido, muy rápido. Demasiado rápido.
Se restregó las lágrimas de los ojos y lo miró.
Chau le dijo, y en medio de la palabra su voz se desvaneció. Chau Repitió con más firmeza.
Se miraron por última vez.
Lo abrazó con una esperanza desesperada de convencerlo. Pero no.
Se separaron lentamente, sin dejar de mirarse.
Una voz en un parlante dijo: Flechabus anuncia la partida en quince minutos por plataforma 27 con destino a Tucumán.
Cerró los ojos con tristeza mientras él se alejaba. Lejos.
30 días no son tanto. Repetía como un mantra. No son tanto.
Pero en la soledad de enero, treinta días eran todo.
La voz molesta del parlante repitió, irritándola: Flechabus anuncia la partida en cinco minutos por plataforma 27 con destino a Tucumán.
Escuchó el motor del micro al encenderse y se estremeció. Estaba pasando.
Contuvo el llanto como alguien que estaba acostumbrado a hacerlo.
Finalmente lo vio subir al colectivo sonriendo y hablando con sus compañeros de viaje con una felicidad desbordante.
Por un segundo los odió, los envidió, los miró envenenada. Pero duró solo eso: un segundo. Era su último recurso.
Inmediatamente se recompuso, no los odiaba, no eran sus enemigos. Pero, ¿tenían que ensuciarle la despedida?
Cuando el micro se alejó de la plataforma se permitió llorar, aunque fuera sólo un poco.
Más tarde, esa misma noche, lloraría sola en su habitación escuchando Coldplay, porque esa era la forma correcta de llorar las partidas.
30 días no son tanto. Repetía como un mantra. No son tanto.
Pero en la soledad de enero, treinta días eran todo. 

is not up to you

Respiró hondo. Cerró los ojos, no quería ver.
Daba lo mismo, al fin y al cabo, en algún momento tendría que mirar, y entonces...
Solo habían dos opciones: éxito o fracaso.
El corazón le latía más rápido de lo normal. Suspiró.
Dale pelotuda dijo una voz en su cabeza tenés dieciocho años, animate y mirá.
Pero no miró. Cerró los ojos con más fuerza.
Daba lo mismo, al fin y al cabo, en algún momento tendría que mirar.
Y entonces ya fue, éxito o fracaso, la respuesta no iba a cambiar.
Temblaba como una hoja en el instante en el qué presionó el botón que decía 'abrir'.
La lista apareció delante de sus ojos con una sonrisa burlona.
Hola parecía decirle ¿qué estabas esperando?
Respiró hondo. Abrió los ojos, tenía que ver.
Fue leyendo los nombres lentamente.
Abad.
Casas.
Deminicis.
Flores.
Paniagua. 
 
Ahí estaba.
Cerró los ojos.
Lentamente, como una nenita miedosa, miró.
Aquel 2 (dos) la golpeó como un balde de agua fría
Cómo un balde lleno de hielo.
Cómo el Ice Bucket Challenge.
Fracaso. Fracaso. Fracaso.
Era en lo único que podía pensar.
El corazón se le contrajo como las babosas cuando les echan sal.
Pero daba lo mismo.
Solo habían dos opciones: éxito o fracaso.
Y la respuesta no iba a cambiar.

Fracaso. Fracaso. Fracaso.

meant to be

There was this clever girl at school. She was always with an open book on her hands, it didn’t matter if she was reading them or not. Perhaps she’d forgotten to close them and kept them that way because that was how she did things. But it was OK for me. Yes, of course, sometimes she hits the doors or the walls because she doesn’t see them, but afterwards she laughs. And that makes her smarter… and prettier.

I’ve never actually talked to her. Not because I didn’t want, of course, is just that we have never had the chance. One Thursday, I saw her sitting alone on the hall and took the courage to go and sit next to her. She had a book on her lap, some Dickens, I think, and I made a comment about it. I held my breath waiting for the answer, but she wasn’t listening. I felt terrible and left. Two weeks later I went to the school library and sat on the remaining sit of a table. Everybody was quiet and in complete silence. I hadn’t realized that she was there until she spoke. She just said ‘Can I take this?’ and surprised as I was I could only replied ‘yes, sure’. And that was our first conversation.

I was obsessed with her. But not in the bad way, you know. I just liked her too much. I started joining every literature class I heard about, reading everything each teacher would put in front of me. And luckily, loving all about it. I was hoping to see her every day, and maybe talk or get together for group works. But the truth is that she was always alone, sitting on the back, reading something. I’d imagined her as the soul of the class, as a book fan that would take advantage of every situation to tell the rest something about what she had read.

But she was nothing like that. Well, she actually took advantage of something: she never stopped reading. She would spend the whole class focused on the pages, the teachers wouldn’t talk to her and she would only move when the class was finished. And even though she seemed absent all the time, she was the best student of the school.

Little by little I became a stranger for the people who knew me. My friends wouldn’t hang out with me anymore and my parents would look suspiciously at me when day after day, I arrived home with more books each time. I was aware of the change, and slightly worried. I say slightly, because the more I read, the better I felt; I was really enjoying that.

After a couple of months, I became more reserved. I started spending my afternoons in bookstores or libraries, sitting at the back seats and use every minute to read, walking with my books opened even when I wasn’t reading them. And then, when the teachers wouldn’t talk to me and I would only move when the classes were finished, she came.

I was sitting alone on the hall with a book on my lap, some Poe, I think, and she made a comment about it. Thank god I was listening. We started our second conversation in The Black Cat and finished it in The Martian Chronicles. Since then, we had so many more conversations, that I lost the count. We moved on through the entire world, from J. K. Rowling and Tolkien to Bukowski and Shakespeare. From Britain and France to Russia and Mexico. And also, we stopped sitting alone.  

te extraño

¡Hola! ¿Qué hacés? Me dijo.
Yo la miré, y por un segundo no la reconocí.
Cuando me di cuenta quién era, y que no la había reconocido, me entró el sentimiento de culpa más grande de mi existencia.
Avancé torpemente el metro que nos separaba y la abracé con fuerza.
Sonreí.
Sonrió.
Me gustó volver a verla, me gustó que ese abrazo se pareciera a los de cuatro años atrás.
Esos abrazos que podrían ser eternos; pero que ahora se cortan solos.
Ahora se van porque no tienen tiempo.
Me gustó volver a verla.
¡Hola! ¿Qué hacés? Me dijo.
Y yo la miré.
Siete años de amistad pasaron por mi cabeza en ese instante.
Mates, música, libros, verano, calor.
Siete años.
Chistes, jodas, cartas, fiestas, charlas.
Siete.
Y hoy, yo no la reconocí.
¡Hola! ¿Qué hacés? Me dijo.
Y yo la miré.
Nos abrazamos como si tuviésemos quince años otra vez.
Creo que las dos pensábamos lo mismo.
Siete años de conocernos y reconocernos.
Años de abrazos que podrían ser eternos.
Y yo, hoy, no la reconocí.
¡Y pensar que decíamos todo el tiempo!
No dejemos de hablarnos
y yo hasta podría decir que me olvidé de su voz.

hia

Estoy enamorada.

Estoy perdida, completamente enamorada.

No me quiero separar porque no quiero estar sola.

No, no es eso. No quiero estar sin él.

Sí, eso es.

Es la única persona que no soportaría que me decepcione.

Es la única persona a la que ruego, no decepcionar nunca.
 

nineteen years later

De vez en cuando me agarran ganas así de escribir cosas, a veces también me dan ganas de que me pase más seguido, porque una vez que escribo algo me pone feliz leerlo. 
Hago muchos planes a futuro, y será por eso también que paso tan poco tiempo en el presente. Lo más raro de todo es que no sé si me molesta... aunque tampoco sé si me tiene que molestar o qué. 

Me di cuenta que mi vida es muy corta y que no me va a alcanzar para leer todos los libros que quiero leer ni para escribir todo lo que quiero escribir ni para hacer todo lo que quiero hacer con mis amigos porque me di cuenta que no tengo tiempo para conocer a mis nuevos amigos que ese tiempo ya lo usé con mis viejos amigos y no quiero que se vayan porque son parte de mí y siento que me caigo a pedazos si se van y que el tiempo que pasé con ellos y que tardé en entrar en confianza se fue al carajo porque ellos también se fueron. No se vayan. 

Quiero volver a sentirme infinita como en la fiesta del bachiller o en el UPD. Quiero volver a salir y sentirme yo en una 456. Quiero volver a ser parte de algo. 

Necesito saber qué pasa por la mente de la gente. Si me quieren, si les parezco insoportable, si me extrañan como yo a ellos, si significo algo, si podrían prescindir de mí.

NECESITO ALGO QUE ME EMPARCHE UN POCO

homesick

-just had to happen-

Welcome to aboard

Alta paja decir todo, solo que ya estoy acá que es hermoso que la gente se cree que soy de acá y eso hace que mi ego suba hasta Marte que me encanta la gente son todos tan hermosos que me divierte el underground y que ahí adentro hace muchísimo calor que los días son re calurosos hasta determinada hora y que a partir de ahí la temperatura bajá un montón que se hace de noche a las 22.00 y que extraño a Héctor demasiado como para ponerlo en palabras.